viernes, marzo 02, 2007

Momento cursi (cursi cursi)

Siempre me han gustado las puestas de sol. El cielo anaranjado, la bola dorada perdiéndose por el horizonte, y finalmente ese rojo intenso que da paso a las primeras estrellas y el color que más me gusta de todos: ese azulado negruzco del anochecer.

Aunque para algunos es un símbolo de lo cursi, para mí es un momento mágico. De hecho en el lugar del mundo que esté (eso sonó a muscho, pero es cierto), siempre me fijo por dónde se pone el sol, y qué colores toma el cielo. Y siento que lo agitado que pueda haber sido el día, da paso a una sensanción de tranquilidad y calidez, aunque a veces de juerga y acción (ejem, cuando se acerca un carrete), y otras de añoranza y melancolía.


También me dan ganas de pintar y ver si soy capaz de reproducir esa maravilla de colores que a diario nos regala la naturaleza, pero antes de siquiera intentarlo desisto, porque cualquier cosa que yo pueda hacer será incomparable.

Una de las últimas puestas de sol especiales para mí fue la que se ve en estas fotos. Y lo de especial no es porque haya estado con algún guapo al lado (aunque reconozco que la vista me hizo recordar a uno en especial), sino porque la presencié en medio un inmenso taco en plena avenida del mar de La Serena. Tanto era el atochamiento, que podía apagar el motor, salir del auto y tomar las fotos sin problemas. Por eso no me enojé tanto de avanzar dos metros cada 10 minutos (fue muuuucho taco).

Lo bueno de las puestas de sol es que, cursis o no, están ahí siempre, y cuando queramos pueden alegrarnos un poquito el alma. Sólo depende de nosotros. Aunque haya nubes, el cielo siempre se pone aunque sea un poquito naranja o rojo. Y a veces sólo es necesario asomarse al balcón para verlas, o salir al patio, o mirar al oeste (en nuestro caso) mientras vamos en las micros o en el metro sobre tierra o en nuestro auto o donde sea. Y es un espectáculo GRATIS!!!
PD: Este post es dedicado a mi amiga lolín, que me sorprendió con su visita-regreso a Chile.

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3 Comments:

At 8:45 p. m., Blogger SCL-BCN-PAR-SCL said...

Gracias lolín por la dedicatoria...

Leyendo este post recuerdo que mi última puesta de sol fue justamente hace 7 días atrás en Viña del Mar. Ese lugar que tanto extrañaba especialmente porque ahí el sol se esconde en el mar.

Es extraño decirlo, pero nunca es igual ver esconderse el sol por las montañas como ocurre en Barcelona. Aunque también es algo único mirar a las 6 am cómo el sol aparece por el mar y como ese mar tan calmo como es el Mediterráneo se vuelve rojizo para darle la bienvenida a un nuevo día.

Las puestas de sol son mágicas y tengo buenos recuerdos de muchas, pero hasta el momento no hay como verlas contemplando el mar. Eso es por lejos lo más mágico.

Besos desde este Chilito!

 
At 3:46 p. m., Blogger Andrés Pinar said...

Medió mamón el post (me vai a retar, pero reconóceme por lo menos que soy sincero en mis palabras, podría decirte "Amiga, cierto, tienes toda la razón, que hermoso e inconmensurable resulta la puesta de sol, sobretodo sabiéndose uno enamorado de la vida").
Pero más allá de eso, quiero aportar que los momentos más bakanes de las puestas de sol, no son precisamente cuando el sol se pone, sino cuando ya se ha puesto. Entonces surge una suerte de colores fosforescentes en las nubes, acompañados de algunos morados, bastante más agradables (por lo menos a mi prisma).
Ah y gracias por lo de guapo... yo también te quiero mucho.
Besos y conéctate conmigo, que tengo una camioná de novedades q contarte.

 
At 12:09 a. m., Anonymous Anónimo said...

bueno el blogger y la foto, te veis bien rica M aunque yo no deberia decirlo. Consejo: menos nubes y mas accion. Un problema: Cinema Paradiso deberia estar primera. Hasta hoy, chao...

 

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