domingo, julio 09, 2006

Se acabó el mundial... ¿y ahora qué?

Fue una final de las que me gustan, con nervio como dice mi jefe. Pero así como tuvo tensión, tuvo injusticia.

Para variar mis deseos no se hicieron realidad y el mundial de fútbol lo ganaron los italianos, (no los quiero porque eliminaron a Alemania) los que para mí, y sin ser experta, jugaron harto menos que los franceses, quienes se merecían la copa.

Pero en fin, la fiesta terminó y con ello mi posiblidad de seguir viendo imágenes de Alemania, un país al que quiero mucho. Sin embargo, estoy cierta de que extrañaré harto más que eso.

Durante un mes, vi más fútbol que en todo el resto del año, y lo disfruté a concho, tanto como observar (y porqué no reconocerlo, disfrutar) cómo los hombres viven cada partido.

Fue muy bueno también deleitarme con los modelitos que cada selección presentó a las mujeres que como yo disfrutan de este evento. Yo hice mi ránking, y aunque me sigan diciendo (movidos por la envidia, claro está!) que Klinsman es gay (lo que es MENTIRA), él junto a Ballack encabezan mi lista de guapetones. No me cansaré de repetir lo bien que se viste el D.T. germano (sus camisas ajustadas me matan) y lo increíble que son los ojos del guapo mediocampista alemán. También están en mi nómina un morenito alemán cuyo apellido empieza con O, Figo, y por supuesto Zidane.

A propósito del capitán francés, no puedo dejar de mencionar que lamento su expulsión, porque para mí fue lejos el mejor jugador de este campeonato. Ojalá igual obtenga el balón de oro. ¡Se lo merece!

Tampoco puedo olvidar a Schwainsteiger (o Schuainstaiger en Chile), el alemán al que seguro recordaremos por años, gracias a la peculiar forma de relatar del a veces insoportable Solabarrieta (aunque reconozco que Carcuro es peor).

Y bueno, no puedo obviar la magia del fútbol, esa que logra que los 13 periodistas que hoy estábamos de turno en el diario, con jefe incluido, disfrutáramos de unas ricas pizzas y helados mientras veíamos el match final en directo desde Berlín con entusiasmo, y sin importar por quién hincháramos.

¿Qué haremos ahora? Supongo que lo mismo que ocurre en Chile después de cada mundial. Vamos a empezar a fijarnos en nuestra "Roja" y en sus posibilidades para ir a Sudáfrica 2010. Con ello, vendrán los preparativos para la Sudamericana, las seguras derrotas, los cuestionamientos al pelao' Acosta, las eternas discusiones en torno a la cuestionable gestión de "Don Choco" y las andanzas de nuestras "estrellas" en discoteques con modelitos.

De verdad espero equivocarme con ese panorama, porque ciertamente sería MIL VECES mejor vivir un mundial con la ROJA presente.

Por mientras, GRACIAS ALEMANIA (Danke schön) por un increíble espectáculo y organización...y nada!, a esperar algún partido bueno para sentarme otra vez ante un televisor a deleitarme con la magia del fútbol.