Un acto honesto...una sociedad mejor
Necesito contar una historia corta que tuvo un final feliz (espero).Producto de un descuido (o sea de lo volada que soy) el lunes en la tarde perdí mi billetera con mis documentos en pleno centro de Santiago(unas cuantas tarjetas de esas que valen plata y mi C.I.). Por supuesto tras perder casi una hora en los bloqueos respectivos (gracias Pato G. por el apoyo brindado), me sobrevino el temor por los innumerables problemas que podría tener el incidente.A la mañana siguiente, cuando ya casi había olvidado la pérdida, y ya me hacía el ánimo de acudir de oficina en oficina a recuperar lo perdido, recibí una llamada: alguien había encontrado mis cosas y avisó a mi trabajo.Cuento corto: a las 16:20 horas de ayer mi billetera estaba en mis manos con todos mis documentos intactos. Un señor viajó desde Cerro Navia al centro para entregármelos.A través de este blog, quiero agradecer a don José C. por su gesto de honradez y buena voluntad. Actos así ayudan a recuperar la confianza en el ser humano y a comprobar que no vivimos en una jungla sino entre personas.Sin saber a quién me iba a enfrentar, compré un regalo para don José, y se lo entregué como agradecimiento, porque de verdad pensé que nunca más sabría de mis cosas.Ojalá cada día sean más y más las personas como don José, quien ayer hizo un gesto que me llenó de alegría, y que sin duda contribuye a que este mundo sea un poco mejor.
La democracia en su esplendor...ánimo estudiantes!
Hoy me dieron más ganas que nunca de volver al colegio...
Es tarde y quiero ir a mi casa, pero no puedo dejar de darles mi apoyo a los estudiantes secundarios. Creo que con la forma en que se han manejado nos están dando una lección de democracia.
Me parece perfecto que con la fuerza de la juventud, luchen por sus derechos y por tratar de hacer de la educación , -a mi juicio la base de la sociedad y la cultura-, sea igualitaria, y que no se dejen contaminar por los políticos oportunistas que recién ahora se dieron cuenta que los jóvenes son capaces de pensar, y más aún, trabajar por hacer reales sus anhelos de justicia.Felicito a los jóvenes por atreverse a sacar la voz y opinar sobre aquello que los atañe. Felicito a los padres que dejan a sus hijos dar a conocer y manifestar sus posturas libremente. Ya quisiera haber tenido yo la valentía para haber generado una instancia como esta cuando yo era estudiante (no diré los años...jajaja).Quiero hacer una especial mención a mi hermano Roberto. Él estudia en un colegio particular de Curicó que no está en paro, pero junto con un grupo de compañeros acudió a una marcha y se plegó a las movilizaciones para apoyar la necesidad de un cambio que genere igualdad en el acceso a la educación. Me siento orgullosa de mi "enano", y de todos aquellos jóvenes que en forma solidaria apoyan a quienes han generado esta importante iniciativa.Mi voto de repudio a las autoridades y fuerzas policiales por el uso de la violencia, que no hace más que generar más violencia. Además, quedan como "idiotas" y pierden legitimidad ante la ciudadanía y los propios jóvenes, que han sabido actuar y manejarse de una forma que me ha sorprendido. Fuerza y todo mi apoyo, por una educación justa e igualitaria!
Los niños de Beslán...¡nunca más!
La noche del viernes pasado viví una experiencia muy fuerte, y no fue precisamente en un carrete. Era la típica noche de frío en que preferí quedarme en casa. Estaba decidiendo entre un libro o la TV, cuando en Cinemax di con algo que me pareció interesante...unos pequeños niños hablaban de una experiencia que hace casi dos años conmovió al mundo: la matanza de Beslán.
No logro aún describir qué me pasó, pero me quedé casi inmóvil escuchando sus relatos. Me impresionó que casi sin inmutarse contaran cómo vieron morir a sus amigos y conocidos con balazos en la cabeza, o cómo los "terroristas", -como llaman a los chechenos que se tomaron el colegio en septiembre de 2004-, no dudaban en hacer explosar una granada en la cabeza de uno de los rehenes.
"Los restos se me pegaron en la cara", cuenta uno de los niños, que no debe tener ni ocho años, con una tranquilidad que impacta tanto como otro menor describe cómo "se derretía" la gente entre las llamas.
Pero más allá de la pena que me dio escuchar cómo esos pequeños niños vieron morir a sus padres o a sus amiguitos en manos de los terroristas, y cómo la ciudad de Beslán se convirtió en un lugar gris y triste, me impresionaron los deseos de venganza de la mayoría de los menores.
"Quiero ser presidente de Rusia para pedir que traigan ante mí a todos los terroristas para degollarlos con un cuchillo", dijo un pequeñín con la misma frialdad con la que describe la pesadilla que le tocó vivir.
Otro niño juega con una metralleta con la sólo piensa en matar a los terroristas que dieron muerte a su padre... y la idea se repite en cada testimonio...
Es terrible lo que vivieron esos niños, y sobre todo ver cómo puede haber personas tan irracionales como para causar el daño que provocaron... más aún cuando inocularon el odio y la violencia en menores que en septiembre de 2004 sólo pensaban en jugar, reir y crecer en paz junto a los suyos.
Para quienes quieran ver el documental, lo repiten el jueves 25 en Cinemax (50 VTR) , pero no sé si a las 21 o 22. Es muy fuerte, pero al final dan ganas de dar la pelea para que hechos como esos no ocurran más...
Olor a tierra mojada...
Hoy mi despertar fue menos traumático que siempre. Aún cuando a las 7:00 aún estaba oscuro, y la temperatura ambiente era considerablemente menor que debajo de mi plumón, hubo algo que hizo la mañana especial: ese increíble aroma a tierra mojada que inundaba el amanecer.Pero ahora que vivo en este ambiente hipercontaminado, ese olor se agradece el quíntuple. Más aún porque me trae a la memoria aquellos memorables días de lluvia de mi infancia en Curicó, cuando "tiraban el agua con balde" como dicen por allá, y el viento hacía el panorama "de miedo", sobre todo cuando salía del colegio y llegaba a mi casa "echa sopa".Lo malo es que no tuve idea de la anunciada lluvia. Sólo me enteré por los restos de agua en las calles y en los vidrios de mi auto, que daban cuenta del fenómeno.Extraño la lluvia, y me asusta que sea casi junio y aún no tengamos un aguacero como la gente... y con fervor espero que no se cumpla la profecía que alguien me dijo hoy por ahí... " a este ritmo, en cincuenta años más vamos a estar rodeados de arena...". QUE ASÍ NO SEA!
Qué complejo autoanalizarse!
¡Qué difícil hablar de uno mismo! (a la izquierda mi meego...¿me parezco?)
Sé que durante el día me refiero en innumerables oportunidades a mis experiencias, historias, sentimientos o lo que sea sobre mi little world (espero no ser demasiado yoísta... si es así SORRY!), pero me resulta terriblemente difícil describirme o contar mi historia cuando así me lo piden.
¿Es común que eso ocurra?
Por una razón específica, tengo que escribir mi autobiografía en 250 palabras y no sé cómo hacerlo. He pensado mucho en qué es realmente importante o medianamente interesante, o qué puedo decir, y qué atroz... no se me ocurre nada!
Espero que la creatividad me llegue en algún minuto, porque de lo contrario, comenzaré mi historia diciendo que nací en Talca un 21 de ... ¡qué fomedad!
Mención especial:
Qué penita me dio la muerte de la cantante Soraya. No era su fan, pero sí en muchas oportunidades me descubrí cantando sus canciones. "De repente", "Casi", "Sólo por ti" me parecían muy románticas y también profundas (porqué no reconocerlo). Ojalá su mensaje de lucha contra el cáncer de mamas tenga efecto más allá de sus seguidores. Ojalá todas las mujeres no perdamos de vista que debemos preocuparnos al respecto...
