jueves, febrero 23, 2006

Canciones, aromas... momentos...

Para variar es tarde. Acaba de terminar el primer show de la primera noche de la nueva versión del nunca bien ponderado Festival de Viña y me dieron ganas de escribir. Por cierto, no para comentar del espectáculo (aunque aprovecho... qué mal se veía Miriam... y qué pesada es...) sino por lo que me terminó de pasar con Juan Luis Guerra, que en verdad para mí es total.

Seguramente el tema no tiene nada de novedoso, pero durante la semana y media que he tenido de vacaciones, y antes también (sólo que por el stress –yaaaaa- me doy menos cuenta) he podido volver a sentir con fuerza cómo una canción o un aroma nos pueden trasladar en el tiempo, -y a veces verdaderamente hacer revivir- a momentos, lugares, instantes... de todo tipo en un segundo.

En mi caso es un tema complejo, puesto que desde muuuuuy chica (sí, fui más chica en alguna oportunidad), quienes me conocen más, suelen molestarme, porque luego de los primeros acordes de la canción que sea que suene en la radio, tele, o cualquier aparato musical, digo “¡me encanta esta canción!”, o “¡qué buen tema!”

Viendo a Juan Luis Guerra y los 4:40, me trasladé a aquellas mañana de verano del 87 u 88 (sí, soy vieja, y qué?), cuando mi mamá nos llevaba a mi hermano y a mí a clases de natación en las mañanas. Mientras daba mis primeros aletazos en el agua, solía sonar en lo parlantes de la piscina la canción “Me enamoro de ella” y se me pegó, aunque en ese entonces no me gustaba. Esa fue mi primera aproximación a Juan Luis, y verlo esta noche me hizo recordar hasta el olor del pasto de la piscina, que tanto me gustaba, y de lo entrete que eran esos veranos.

También me acordé de los dos mejores merengues que he bailado en mi vida. Fue en un matrimonio hace un par de años... Bajo los sones de “El costo de la vida” y “Buscando visa para un sueño”, me anduve medio enamorando de mi compañero de baile, por que nunca antes había bailado un merengue tan coordinado y con tanta química como esa vez, pero ese es otro cuento...
Tal vez porque casi he logrado desligarme de las noticias, en los últimos días he pensado casi obsesivamente (¿obsesiva yo?) en canciones que me provocan sensaciones fuertes, o que marcaron situaciones de mi vida.

Por ejemplo, cada vez que escucho “She drives me crazy” de Fine Young Canibals, me acuerdo de una tarde en la casa de mi abuela materna viendo “Más música” o “Magnetoscopio musical” con mis primas. El recuerdo es muy feliz.

Y más atrás, yo muy chica, en pijama, viendo algo así como “Música Libre” un sábado o domingo en la mañana en una tele “Bolocco” de mi misma abuela, sonaba la canción “Juntos” de Paloma San Basilio. Cuando algún día el año pasado volví a oír ese tema en algún lugar, tuve que conseguir el CD, sólo por ese recuerdo.

No puedo dejar de mencionar la primera vez que de vuelta en Chile después de mi primer viaje a Alemania (en 2002), volví a escuchar “When your heart is weak” de “Cook Robin”. Se me pararon los pelos y me dieron cosquillas en el estómago porque fue como si en un segundo hubiera estado otra vez en ese tren a todo trapo que tomé en Erlangen con rumbo a Leipzig, a ver al tipo que me había (¿había?) robado el corazón. Es increíble como, cada vez que escucho esa canción, recuerdo el paisaje, la lluvia, y la sensación nerviosa-ansiosa-feliz de ese momento.

Qué más...”I’m too sexy” de Right Said Fred me transporta a esas fiestas de segundo medio en las que, con mis amigas y compañeras, no dejábamos de mirar y hasta gritar por aquel chico del colegio top que bailaba todo sexy esa canción. Así como “Just another day without you” de John Secada (…sí…sé que es cebolla, pero es...) me lleva a esos días de pena, por 1992, cuando había terminado uno de mis primeros pololeos y tenía muuuucha pena. Lo mismo me pasaba con “Ode to my family” de The Cramberries, que en algún minuto, por allá por fines de 1998, hacía que mi garganta se apretara y que mis ojos hicieran esfuerzos como locos para contener las lágrimas cuando sonaba...

Podría seguir escribiendo toooooda la noche, porque de verdad son decenas las canciones que se me vienen a la mente... hasta una de Julio Iglesias “Fuiste mía”, que me recuerda las tardes de invierno, con lluvia y yo lateada en mi casa de la niñez, tomando té en la cocina... o los odiados tangos con los que mi papá me despertaba los domingos en la mañana cuando se levantaba al alba para hacer el aseo total de la casa... por suerte con el tiempo me he reconciliado con los tangos, y ahora hasta me gusta bailarlos.

¿Qué más? “Palabras de amor” de Serrat y Amaya; “La quiero a morir” de Francis Cabrel (todavía podría valer lo que algunos saben al respecto); “El gato triste y azul” de Roberto Carlos; “Total eclipse of the heart” de Bonnie Tyler (¿han visto lo freak que es el video?, es lejos lo más loco que he visto); “Geile zeit” de Juli; “Not enough love” de Faithless; e incluso “Life is life” de Opus. Todas me teletransportan.

Y para qué hablar de “Wake me up when september ends” de Green day... o “The other side of the world” de K.T. Tunstall… me voy derechito al 21 de septiembre pasado, cuando me atacó el rotavirus de la pena, por el fin de mi historia de cuentos de hada... o “Sailing” (no me acuerdo quién la canta), que por alguna razón que aún no me explicó, me provoca una sensación extraña a la altura del corazón, y hace que por mi cabeza circulen como una película las imágenes de Britania y la maravillosa “Costa de Amor” en el norte de Francia...

La “situación” (como dice mi amiga Berni) con las canciones, es como lo que ocurre con los olores. Hace dos noches veníamos de vuelta de Pucón (gran viaje) con mis amigos Ceci y Kike, y nos bajamos en un “Pronto” de las afueras de Temuco para comer. Apenas abrimos las puertas del auto, la Ceci y yo dijimos casi al unísono “puaj, huele a mierda de vaca”. Y ambas nos miramos con cara de “¿quéeeeeeee?” cuando el Kike dice...”me encanta este olor”.

Tras la sorpresa inicial, y ya dentro del recinto, sin el pestilente aroma ambiente, nos contó con los ojos brillantes de alegría que ese olor le recordaba cuando jugaba con su hermana Claudia (mi amiga flakis) en el campo de su abuelo en Osorno, y se tiraban en bicicleta sobre montañas de paja y a veces también restos de vaca... Lo contó con tanta alegría que al salir no comenté otra vez lo asqueroso de aquel aroma.

En mi caso, el olor a lentejas que antes me cargaba, ahora me lleva a lo días lunes en mi casa, cuando llegaba del colegio y los muebles estaban desordenados, porque estaban encerando el piso con pasta de zapato, aroma que me traslada al mismo momento, y a los domingos en la noche, cuando antes de acostarme, tenía que lustrar los zapatos para la semana (porque sólo lo hacía ese día).

Una cosa similar me pasa con los perfumes. Debo reconocer que aún cuando hay algunos que hoy por hoy me cargan, todavía, cuando los siento en algún lugar me hacen cosquillas en el estómago, porque me recuerdan a algún personaje de mi history, pero ese también es otro cuento.

En fin, la media volada... y todo por Juan Luis Guerra (que me encantó...todavía canta la raja y me llama a bailar... quiero mi disco de vuelta!!!) que me dio el empuje para escribir sobre este tema, que hace día daba vueltas en mi pequeña y enredada cabecita...

lunes, febrero 13, 2006

Just 15 minutes... life goes on

“Y cómo pasa el tiempo...
que de pronto son años...”


No sé si es porque la luna está casi llena o porque algún planeta específico está pasando por algún punto que hace que mis características cancerianas se muestren en su mayor esplendor... pero no logro no rendir una suerte de culto a aquellos momentos que me marcaron... siempre rememoro fechas específicas y de alguna u otra forma, hago, digo, pienso o actúo para recordarme (y al mundo) que ocurrieron...

Acabo de llegar de celebrar el cumpleaños de mi amigo “el hincha” en el depto. nuevo de mi amigo-hermano-mayor Tuto (que se niega a ser blogger); y tal como lo temía, no he podido dejar de pensar en lo que pasó un día como hoy (12-13 de febrero) hace exactamente un año...

Pero la verdad es que no sólo me acordé por el cumple... todo el día han estado rondando por mi cabeza series de imágenes, e incluso sensaciones de lo que fue el memorable 12 de febrero de 2005...

Hoy no me levanté temprano como aquel día... no había aeropuerto que visitar ni alguien a quien esperar, y la mañana no estaba nublada. Hoy no me puse mis jeans con bolsillos grandes ni la polera amarilla, ni alisé mi pelo. Hoy abrí mi refrigerador, y -como no pasaba hace mucho tiempo-, me percaté de una pequeña caja con cuatro bombones que están allí desde hace justo un año (vencidos, por cierto) cuando llegaron a mí entre varios regalos, entre ellos tres libros en los que hoy, justo hoy, reparé de improviso...


(La foto la saqué hace algunas semanas, desde el lugar exacto donde hace un año me paré a esperar, con dolor de estómago de nervios, que llegara aquel a quien no veía desde hacían dos años y cinco meses...

Hace justo un año fui al mecánico a poner mi auto a punto para empezar un viaje cuyo destino no conocía...y que sin duda ha sido uno de los mejores de mi vida... y por la tarde, antes de ir a un asado con motivo del cumpleaños 24 de mi amigo Felipe, empecé a leer “El código da Vinci” (qué coincidencia!!!!) en mi balcón mientras tomaba un café con una inmejorable compañía...

“Just 15 minutes” escuché hace un año antes de salir –oh, otra vez coincidencia- también a la casa del Tuto (de sus papás), 15 minutos que se alargaron por toda la noche. Finalmente volví de la celebración sola... pero feliz, porque alguien especial estaba en mi depto... y un sueño se hacía realidad...

Sé que sueno demasiado nostálgica..., pero el motivo de este post no es tratar de describir en detalle todo lo que ocurrió hace un año (aunque sé que podría), sino otro... esta tarde, mientras realmente disfrutaba un conversado café con mi gran amiga Jime en el Coppelia de Lyon, pensé en que llegó el día que tanto temía...

Desde septiembre pasado pensé que hoy, y en realidad todas mis vacaciones serían un montón de nostalgia... y aunque aún es prematuro cantar victoria, necesito decir que superé sin problemas el 12 de febrero, y que aunque parezca ultra cliché y hasta cursi...la vida sigue, y estoy aquí, viviendo, disfrutando de la gente que está, que sigue a mi alrededor y que me hace reír, pensar, disfrutar y enojar (o no Tuto?)

Espero encontrar pronto algo que hacer en estas vacaciones para no pasármelas enteras recordando hora a hora lo maravillosas que fueron las del año pasado...

Espero poder escribir al final de estas tres semanas que la prueba está superada, que la vida sigue y sorprende; y que la nostalgia realmente dura “ just 15 minutes”...

domingo, febrero 12, 2006

Qué mejor forma de empezar las vacaciones...GRANDE CHILE


Me gusta cuando empiezo algo sin muchas (o ninguna) expectativa, y pasan cosas entretenidas...

Ayer (porque ahora es la 1:40 am y escucho a Robbie mientras escribo) fue mi primer y esperado día de vacaciones. No tenía más plan que descansar y flojear... pero mi amiga Fabi (conmigo en la foto) me dio una excelente noticia a eso del mediodía...aún quedaban entradas para Copa Davis....

No me di mucha cuenta cuando a eso de las 16:00 ya estaba a bordo de mi “carromóvil” rumbo a Rancagua. El calor casi no se notó, y U2 de fondo a todo volumen hizo que los kilómetros que separan a esa ciudad de la “capital” casi no se notaran...

La medialuna era bastante más de lo que esperaba... lejos el mejor escenario de todos a los que he ido (yaaaaaaa) en la Davis. Eran las cinco y ya estábamos instaladas para el dobles en el que Chile, con Fernandito González (ricoooooo, minooooo) y Nicolás Massú se jugaban el paso del equipo nacional a cuartos de final en el grupo mundial de la Davis...

La espera no se hizo larga gracias a los gritos, la música y las interminables olas. Y por fin algo me sacó de mi estado de “sin dolor” (con ello quiero decir que casi nada me conmueve en el último tiempo). No recuerdo cuándo canté por última vez el himno nacional como lo hice ayer... de pronto se me pusieron los pelos de punta al ver a tanta gente en tan buena onda y más aún, incluso escuchando con respeto el himno del rival...bien!

Luego, los protagonistas a la cancha, y sin duda un juego notable, no sólo por el desempeño de Chile, sino también porque los chicos eslovacos fueron un hueso duro de roer, especialmente cuando se paraban como frontón en la mitad de la cancha... mis respetos para ellos porque hicieron un gran partido, sobre todo en el tercer y cuarto set.

¿Qué más?...me reí, me comí un “lomitón” (que no probaba hace muuuucho), grité hasta que me dolió la garganta, no dejé de admirar los músculos de Fernandito (perdón por lo superficial... pero es inevitable)...y bueno...vibré como no pensaba hacerlo cuando se vino el triunfo... una más que grata forma de empezar las vacaciones!!!!

Junto con la alegría que me provocó haber ganado, quiero hacer notar que la organización en Rancagua estuvo notable. Todo funcionó bien, los baños eran más que decentes, no había como perderse para llegar y dejar el recinto... e incluso había banderitas adornando las calles... piola!

¿Qué más?...dedicarle este blog a mis amigos y hermanos que sé vibraron tanto como yo con este juego, aunque no estuvieran “en vivo”: a Roberto, Mario, el Tuto, la Dani, la Fabi que es una compañía TOP, a aquél que estaba en el sector prensa, que aunque no me pescó ni en bajada me entretuvo mientras trataba de encontrarlo, a mi amigui Berni que está en Barcelona, y en especial a mi gran amigo hincha, que se enojó porque no le avisé que fui a Rancagua, y que hoy (12 de febrero) está de cumpleaños.


Hincha... mis gritos de ayer te los dedico, así como la alegría que tengo ahora, y los mejores deseos para que el año que empiezas a vivir sea tan o más top que el triunfo de Chile ayer!



FELIZ CUMPLE!!!

...y espero que mis vacaciones sigan así de entretes...

martes, febrero 07, 2006

Penita...

Hoy mi día comenzó con un hecho trágico y triste...

...iba yo rumbo a mi psico, a eso de las 6:55 de la madrugada transitando por avda. 11 de septiembre, cuando de pronto un perro blanco se cruzó a la altura de Suecia...

Prometo que no pude hacer nada...fue cosa de un segundo cuando lo tenía enfrente, no tuve espacio para frenar o esquivar...sólo apreté los dientes, cerré los ojos, y sentí ese desgraciado sonido de una embestida...

Lo peor es que no pude frenar por los autos que venían tras de mí...y he recordado durante todo el día (y de seguro lo seguiré haciendo por varios más) la trágica imagen del animal volando hacia la vereda...

...además no sé qué daño le causé...y eso me tiene también muy triste...

Prometo que me encantan los perros y que hubiera querido que nunca pasara...pero de verdad no lo pude evitar...

Sorry a todos aquellos que aman a los perris...

miércoles, febrero 01, 2006

Mix de feelings...

Estoy raja! Muy raja y lo lamento especialmente porque cuando quiero escribir, mi neurona está más lenta que el ritmo de "blanca y radiante va la novia" (de Antonio Prieto...para quienes tienen menos años que yo).

Tengo muuuuuchas ganas de referirme a varios temas...la muerte, las entradas a U2, Franz Ferdinand, mi Buenos Aires Querido y la amistad....pero también lo autómata que estoy y lo poco que me afectan las cosas....

Por ahora sólo diré que son casi las 10:00 de la noche y que aún estoy en el diario!

QUIERO VACACIONES!!!!